Reiki

Se utilizan golpeándolos o frotándolos con una baqueta y producen un sonido cargado de armónicos de naturaleza sanadora.
El paciente se estira en una camilla, cierra los ojos, y exclusivamente se concentra en el sonido que produce el terapeuta al tocar los cuencos tibetanos. En una sesión de Reiki, primero localizaremos aquel chacra que necesite ser tratado.
Los cuencos tibetanos han sido creados con conciencia e intención y son utilizados como guías en ritos ceremoniales, viajes astrales, el despertar de la conciencia y en la curación de enfermedades tanto a nivel físico, psíquico, mental, emocional y espiritualmente.
Los cuencos tibetanos están compuestos por una aleación de siete metales: plata, oro, mercurio, estaño, plomo, cobre y hierro y forjados de forma artesanal.

¿En qué se basa la terapia del sonido con cuencos tibetanos?

Toda terapia basada en el sonido, se basa en el principio de resonancia, por el cual una vibración más intensa y armónica contagia a otra más débil, disonante o no saludable.
El principio de resonancia designa la capacidad que tiene la vibración de llegar más allá, a través de las ondas vibratorias y provocar una vibración similar en otro cuerpo. Es decir es la capacidad que tiene una frecuencia de modificar a otra frecuencia.
Las mujeres que viven juntas o que pasan muchas horas juntas acaban ajustando sus ritmos hormonales. El ejército sabe que cuando cruzan un puente no pueden ir en formación, por el peligro de rotura del mismo, por lo que abandonan la formación hasta que lo han acabado de cruzar. Sendos ejemplos del principio de resonancia.
Además el sonido modifica nuestras ondas cerebrales, ayudándonos a entrar en otros niveles de conciencia, donde son posibles los estados de sanación espontánea y estados místicos, haciéndonos más receptivos a la auto-sanación.
El tercer factor de la terapia del sonido con cuencos tibetanos, son los armónicos. Cada vez que se produce un sonido aparecen los armónicos. Estos armónicos tienen efectos altamente beneficiosos sobre nuestro cuerpo y sobre nuestro campo energético.
Aunque no podamos escuchar frecuencias que están fuera de nuestro campo auditivo, ni podamos producir sonidos o frecuencias que estén fuera de nuestra capacidad, sin embargo mediante los armónicos podemos resonar con ellas.